Tradicionalmente, se ha asociado el uso de las conexiones inalámbricas dentro de los diferentes entornos de trabajo, como conexiones más lentas. Esta afirmación en la mayoría de los casos es cierta, debido a que se plantean soluciones no del todo profesionales, incluso en muchos casos utilizando dispositivos diseñados para entornos domésticos en ambientes profesionales.
En muchas ocasiones, en hoteles, colegios y lugares donde alta concurrencia de dispositivos, las quejas de los usuarios son continuas. Esto se debe a la capacidad de proceso de la infraestructura (puntos de acceso) que dan la cobertura inalámbrica, ya que en la mayoría de las ocasiones manejan la conectividad de más dispositivos que para los que han sido diseñados.
Partiendo de un buen diseño de red, y haciendo uso de equipos profesionales, podemos tener velocidades equivalentes al cable, hasta de 5 gbps sin ningún tipo de problemas. En algunas ocasiones, empresas que se replantean nuevas infraestructuras de cable y switching, es una buena opción recurrir a este tipo e infraestructuras inalámbricas profesionales, donde por ejemplo en el aula de un colegio pueda dar servicio de forma concurrente a 30 tablets sin que exista una merma en el rendimiento.